viernes, 16 de junio de 2017

JARDINES VERTICALES EN EDIFICIOS (1)







Heme aquí nuevamente y después de casi un mes de desaparecida. No me puedo quejar de las razones, dado que he tenido una temporada muy productiva y aleccionadora tanto a nivel personal como profesional. Conque vamos, que hoy pienso hacer eco de tanta alegría junta. Y qué mejor que retornar con una propuesta ambiental para los proyectos inmobiliarios  y que ha empezado a calar en los distritos limeños: Los Jardines Verticales.

Veamos, ¿qué son los Jardines Verticales? La Ordenanza 54-MSS de la Municipalidad de Surco en su art. 4 (1) dice textualmente:

Muro verde o Jardín Vertical: Un muro o jardín vertical es una instalación vertical cubierta de plantas de diversas especies que son cultivadas en una estructura especial dando la apariencia de ser un jardín pero en vertical. Las plantas se enraízan en compartimentos entre dos láminas de material fibroso anclado a la pared. El suministro de agua se provee entre las láminas y se cultivan muchas especies de plantas.

No he agregado ni una coma, si bien mis amables lectores convendrán conmigo que falta una. Pero dejemos a un lado las cuestiones ortográficas y vayamos al punto.  Siempre se me hizo muy cuesta arriba pensar que en los edificios modernos -peor todavía con la humedad limeña- hubiera cabida para los Jardines Verticales que he visto por internet y que ya son moneda corriente en países europeos.  Me parecían unos diseños "locos" y resultó que la loca era esta servidora, pues en mi ignorancia estaba segura de que se trataba de algo así como colocar arbustos leñosos y dejar que se llenaran de enredaderas y de manera descontrolada.  "Naa que ver", para expresarnos al estilo de nuestros jóvenes y no tan jóvenes, y ustedes mismos pueden corroborarlo: Los Jardines Verticales no son vegetales que crecerán al azar y menos como trepadoras, antes bien se ajustan a la pared -la cual siempre sería conveniente revestirla contra la humedad- pero no de manera directa, sino con un material idóneo para la cuestión.  Visto así, cabe preguntarse qué esperáis, señores constructores, para poner en marcha la idea, con mayor razón si las municipalidades conceden beneficios especiales para los nuevos proyectos inmobiliarios que los integren en su estructura. ¿Les parece poco la reducción de un 10% del área libre y de la unidad mínima de vivienda? Surco ya se lanzó con la propuesta y así lo estipula en la mencionada Ordenanza.  Permítanme entonces -y en consonancia con lo expuesto en  el post Áreas comunes de un edificio (1)-, hacer algunas sugerencias que me parecen oportunas para los de exteriores, según mi leal saber y entender. Veamos:


1. Ubicar los Jardines Verticales no en el cerco frontal, sino en el área de muros límítrofes. ¿Razón? ¡La inseguridad ciudadana, señores!  Un jardín vertical en el frontis del condominio puede tapar la vista y hasta servir de camuflage a dos o tres fulanos que ronden el edificio con siniestras intenciones. Los Jardines Verticales no deben obstaculizar la visión panorámica de lo que hay en la calle. Por añadidura tenemos otro problema del que dentro de muy poco trataré sin miramientos: La Vulgaridad Ciudadana: Pasarán años -¡y tal vez décadas! para que los transeúntes de todas las clases sociales no cedan a la tentación de arrancar de cuajo las plantas ornamentales que salen a su paso. Pero esto no suele ocurrir cuando las áreas verdes ocupan el muro limítrofe externo ubicado en el área de retiro, ya que esto significaría entrar al recinto de la propiedad y habitualmente las personas no se arriesgan a ser consideradas sospechosas de robo o cualquier acto delictivo. Entonces, el muro verde limítrofe se impone. Y un buen arquitecto paisajista puede hacer maravillas de formas y colores en dichos muros. Vean si no:






Habrán observado, señores constructores, que las plantas ornamentales que cubren la pared son exactamente las mismas que suelen colocarse en jardineras o macetas, es decir que son de fácil cuidado y no requieren grandes gastos para su conservación. Bueno, bonito y barato: Esa es la clave de todo este asunto.


2. Descartar de plano Jardines Verticales en las paredes frontales del edificio Esto por sentido común.  La espantosa vista que deriva de la mala calidad de las pinturas de exteriores y/o de la insuficiencia o carencia total de aleros en los techos, no se solucionará revistiendo las paredes con musgo o enredaderas. Se hizo un intento en un proyecto ubicado en Urbanización Aurora -a pocos pasos de donde yo vivía- que terminó siendo un verdadero desastre por causa de su imposible mantenimiento, y los residentes se vieron obligados a reemplazarlos por un follaje artificial.  Y es que las plantas crecen, señores, y si no se podan invadirán alféizares y ventanas y convertirán la pared en un auténtico bosque silvestre.  Juzguen ustedes si es factible hacer un mantenimiento quincenal en un edificio como el de abajo:




Creo que ni los residentes más refinados soportarían tener andamios colgantes cada quince días para el cuidado de su fachada, no solo porque significaría un elevadísimo incremento en los gastos de mantenimiento, sino porque el riesgo de accidentes de trabajo -con rotura de lunas incluida- se elevaría también.  Y no me negarán que es harto desagradable y peligroso para la seguridad el tener un personal trepado en las paredes, mirando a diestra y siniestra las intimidades de las familias. No. Definitivamente el modelo de arriba no sirven en nuestro contexto.


3. Instalar únicamente Jardines Verticales que sean posibles de mantener sin mayor costo.  En esto debo ser muy clara, señores constructores: No se trata de ofertar una maravilla que luego los residentes no podrán ni sabrán conservar, antes bien han de darse todas las facilidades para que estas estructuras se mantengan en el tiempo y sean la delicia de propios y extraños. ¿Y cómo lograr tal cometido?  Las soluciones son simples :

  • Presupuestar no solo la implementación sino principalmente el mantenimiento de estos Muros Verdes, de acuerdo a las posibilidades reales de los nuevos propietarios. Más claro: Tomar en cuenta el segmento social para el cual se edificará el proyecto y, acorde a este parámetro, diseñar el modelo pertinente.  Un pared de plantas exóticas no sirve para condominios de gran densidad poblacional. Y nadie va a pagar una cuota extra para la conservación de áreas que serán consideradas innecesarias y hasta "pitucas" por quienes no gozan de un salario decente para vivir.
  • Dotar al edificio de los insumos y herramientas de jardinería para el cuidado de estas instalaciones.  Es decir regaderas de mano, lampitas, escalera de dos cuerpos... Seamos realistas: Dada nuestra idiosincracia, difícilmente se contratará a una empresa especializada y lo más probable es que los Jardines Verticales quedarán al cuidado de un jardinero común o del portero del edificio. El material que acabo de enumerar no es caro y creo preciso que la misma constructora lo entregue como parte de los implementos de las áreas comunes, pues de otra manera el Muro Verde se convertirá en "el muro de la vergüenza" para los residentes en general y el arquitecto paisajista en particular, quien experimentará una peligrosa frustración al ver tanto descuido y abandono de lo que tan bellamente diseñó.
  
No se puede dudar, amables lectores, que los Jardines Verticales son una auténtico deleite para los ojos humanos y una gran solución para disminuir la contaminación ambiental que está haciendo trizas nuestros pulmones. Bien llevados no generan mayor costo y son un plus de ventas para aquellos que buscan un lugar tranquilo donde vivir.  Si a esto le sumamos los beneficios incluso tributarios que empiezan a ofrecer las municipalidades -al menos la de Surco- si se instalan en sus proyectos inmobiliarios, es innegable que convendría considerarlos ya.  ¿No les parece?

Espero sus gentiles comentarios directamente en este blog o en Facebook.  Y mucho agradeceré si algún arquitecto hace un aporte esclarecedor sobre la materia.


Notas aclaratorias
(1) Puede leerse el texto completo haciendo click AQUÍ