viernes, 27 de marzo de 2020

REFLEXIONES EN CUARENTENA (1)






Estas reflexiones en cuarentena van dirigidas a ustedes, señores constructores. Y al igual que en el artículo anterior,  nuevamente escribo de manera particular a los arquitectos.

Verán, en setiembre de este año pisaré oficialmente al sexagésimo escalón. En estas seis décadas me ha tocado vivir múltiples acontecimientos: la dictadura militar, la rebelión de los policías, el retorno a la democracia, la hiperinflación, los paquetazos, el terrorismo, el shock económico e incluso una epidemia de cólera, amen de varios terremotos. Y no se diga de la inestabilidad provocada por los presidentes y políticos corruptos, varios de los cuales ahora están en prisión.  ¡Pero jamás, jamás, jamás llegué a pensar que estaríamos casi como en la Edad Media gracias a una pandemia!!! Verdad que distancias kilométricas hay entre la que padecieron nuestros ancestros por causa de la Peste Negra. Mas nunca faltan agoreros modernos, que se empeñan en hacer circular por las redes una retahíla de mensajes mal calificados de "apocalípticos" (1).  

Cabe destacar que en el Perú se da el curioso hecho de que la gran mayoría de infectados residen en Lima y pertenecen a estratos altos. Y es lógico, dado que solo los pudientes en demasía pueden darse el lujo de viajar a Europa y China. Visto así y tomando en cuenta que nuestra población todavía es joven (2), el índice de recuperación se prevé relativamente rápido y sin mayores problemas, más todavía porque el aislamiento social se ha ordenado a tiempo. ¡Dios y su gracia permitan que así sea, porque a la fecha ya son once los fallecidos y los infectados ascienden a seiscientos treinta y cinco! A ojos vistas la economía nacional está muy afectada por este paro forzoso. La única elección es trabajar de manera virtual y no solo para mantener la mente ocupada. Y así lo estamos haciendo numerosos agentes inmobiliarios y constructoras.

Sin embargo, hay que reconocer que el enclaustramiento estimula la creatividad, al tiempo que permite percibir la realidad desde distintos ángulos, cosa que no se logra con el frenesí del trajín diario.  A tales observaciones obedece este artículo.

Analizando lo que nos toca sufrir hoy,  llego a la conclusión de que la cuarentena es un verdadero reto, tomando en cuenta que demasiados hogares parecen hoteles más que otra cosa. ¡Nada que ver con las costumbres familiares de mis tiempos idos! Ya imagino a los "huéspedes" sentados juntos a la mesa para desayuno, almuerzo y cena. Por ahí alguno comentó que había conversado con su esposa y había descubierto que era muy simpática. ¡Era hora de volver a ser Familia, señores!  En ese sentido, la situación tiene su aspecto positivo. Con todo y ya como agente inmobiliaria, no dejo de pensar que buena parte de la población reside en departamentos modernos que -por su diseño- no permiten llevar sanamente una cuarentena e incluso favorecen los contagios. Nadie pudo imaginar nunca que una pandemia mundial iba a afectarnos de este modo. Pero ya que ha ocurrido y podría volver a ocurrir, con el mayor de los respetos creo preciso señalar aquello que, a mi leal saber y entender, ha de tomarse en cuenta para las futuros proyectos multifamiliares.

En los artículos agrupados en la etiqueta Construyendo un Hogar hice una amplia exposición de ciertos defectos puntuales en los departamentos promedio.  Permítanme enumerarlos someramente.: 

1. La desproporción abismal en el tamaño de los dormitorios. Es común encontrar un gigantesco dormitorio principal, un dormitorio secundario ajustado, un tercer dormitorio enano y una celda de castigo en el área de servicio.  Si los ocupantes llegan solo para dormir y la misma empleada utiliza su habitación únicamente para cambiarse dado que trabaja por horas, el asunto es más llevadero. Pero he aquí que hoy todos han de recluirse y no es de extrañar que los hijos sientan hastío por permanecer horas y horas en una ratonera, mientras sus honorables progenitores gozan de una amplitud envidiable.  E imaginen la tortura que significará para la nana permanecer en su cuarto con vista a la lavandería, luego de soportar a los malandrines de la casa y sin poder asomarse ni al parque. ¡Nada mejor para volverse locos!

2. La poca funcionalidad de los dormitorios secundarios. Esto es consecuencia inmediata de lo anterior. Para la pareja se prevén comodidades y exquisiteces, tales como habitación de grandes dimensiones hasta con espacio para mesita de té, walk in closet, baño incorporado... Si lo desearan, podrían tranquilamente guardar la distancia social instalando dos camas de plaza y media cada una.  Pero no ocurre lo mismo con los hijos, que han de estar uno demasiado cerca del otro en caso de compartir habitación, a menos que se haya instalado un camarote, cuyas barras y escalera deberán desinfectarse una hora sí y la otra también.  Más claro: dichas estancias no están diseñadas para afrontar enfermedades ni aislamiento, sin referirnos necesariamente al coronavirus. Recuerdo que en el post Cuarto de huéspedes y/o dormitorio del adulto mayor  sugerí prever siquiera un dormitorio para estos fines e hice ciertas salvedades en pro de su implementación. ¡Nunca imaginé que iba a ser tan necesario y urgente!

3. La escasez de baños apropiados para todos los residentes del Hogar. Como sabemos, el baño incorporado del master goza de múltiples instalaciones para la conyugal parafernalia: jacuzzi, ducha española, muebles altos y bajos ¡y hasta dos lavatorios!!! En cambio, los sufridos hijos -aun siendo de sexo distinto- han de compartir un mismo servicio higiénico, más reducido en tamaño y sin mobiliario apropiado. A esto agréguese que en no pocos casos la pobre nana no tiene ni aguamanil para lavar sus manos (3).¡No quiero ni pensar en los problemas que se estarán suscitando para guardar las normas de higiene exigidas para evitar el contagio!

4.  La lavandería integrada a la cocina. Sortear este escollo ha de ser cosa de titanes, en especial si no se ha previsto al menos una separación con puerta de aluminio. Lavar la ropa de la persona infectada y tenderla cara a donde se preparan y/o consumen los alimentos debe ser muy estresante para todos los miembros de la Familia. Por otro lado, son contados con los dedos los diseños que previeron un lavabo especial para la ropa y otro para los aditamentos de limpieza. Es muy peligroso que en un mismo recipiente se laven prendas de sanos y enfermos, y encima se higienicen también mopas y trapeadores! El asunto empeora si no se cuenta con un espacio que permita al menos organizar el depósito de la ropa sucia. ¡Menudo problema, señores!

Reitero lo que expuse arriba:

Nadie podía imaginar siquiera que esto pasaríaPero sucedió.
Y hemos de estar preparados para cuando suceda otra vez.  

Para bien y para mal la modernidad nos sobrepasa. La globalización y los medios de comunicación han acortado distancias. Por tanto, los virus, bacilos y bacterias provenientes del otro lado del mundo puede instalarse acá en menos de veinticuatro horas. El delicioso aislamiento que gozaba el Perú, al estar ubicado en la parte central y occidental de América del Sur, ya no existe. Y creo fundamental tomarlo en cuenta para futuras edificaciones.

En el próximo post plantearé sugerencias puntuales para sortear estos escollos. Nada que ustedes no estén haciendo ya, señores constructores. Y como de costumbre, les invito a manifestar su opinión en este mismo blog o en Facebook.



Notas aclaratorias:
(1) El Apocalipsis no es un libro profético de desastres, sino del reinado definitivo de Cristo, que triunfa contra el demonio.
(2) Se sabe que el coronavirus afecta más a ancianos y enfermos crónicos. La pirámide poblacional se ha invertido en Europa, la edad promedio es de 45,5 años  y por esto las muertes se están dando en masa, colapsando el sistema sanitario de Italia y España en especial. Tomen nota los fanáticos del antinatalismo: En el año 2025 el Perú empezará su cuenta regresiva demográfica, ya que dejamos de ser nación joven. ONPE e INEI hace años dieron la voz de aviso.
(3) Afortunadamente, muchos constructores han tomado conciencia de tal barbaridad y ya han empezado a instalar baños completos de verdad en el área de servicio, al tiempo que están dando dimensiones más amplias al dormitorio de las nanas.



viernes, 6 de marzo de 2020

UN ARMARIO PROPIO PARA EL HOMBRE DE LA CASA






¡Nuevamente de vuelta, después de varios meses de vacaciones blogueras! ¡Jesús, cómo vuela el tiempo! Entre obligaciones comerciales y asuntos gremiales he descuidado mucho este blog. Pero no está en mi ánimo que esto siga ocurriendo. Por tanto, retorno con renovados bríos. Y en línea con el artículo anterior continúo hoy con los dormitorios, centrándome en el mobiliario fijo y permanente de los mismos. Solo que esta vez haré hincapié en algo que a nuestros arquitectos no se les ocurre esbozar ni por asomo: un armario propio para el hombre de la casa.

Comencemos por lo primero. El walk in closet se diseña para nosotras. Con contadas excepciones, casi todos los vestidores que me ha tocado ver están pensados más para un vestuario femenino que otra cosa. Encima, no cubren las necesidades de almacenaje, pues es sabido que las señoras poseen el doble o triple de prendas de vestir que un varón, si bien en teoría nunca tienen qué ponerse. Y es así que el sufrido hombre no cuenta con suficiente espacio para ternos, pantalones, corbatas, calcetines... que terminan apiñados en cualquier rincón del vestidor, o bien colgados uno sobre otros en la misma percha y hasta regados por el piso. A las pruebas me remito: ¿creen ustedes que las prendas de dos personas pueden caber en un rincón tan reducido como este?




Pero ahí no acaba la cosa.  A la hora de la verdad el vestidor se convierte en un cúmulo de polvo, humedad y mal olor, peor si es vía de acceso obligado al baño incorporado y/o destaca en perspectiva el trono de gloria. La única solución viable que se me ocurrió en el post  El dormitorio principal  fue ubicarlo en paralelo a los servicios higiénicos, de tal forma que se convirtiera en un cuartito independiente, como en el ejemplo que vemos arriba. Con todo, el walk in closet suele ser un dolor de cabeza para cualquier ama de casa y/o empleada doméstica, ya que es casi imposible pasar una buena aspiradora debido a la estrechez del recinto. Viviendo en El Derby, era una tortura limpiar el de mi hermano Andrés. Y solo de mirar el que muestra la foto de abajo se me erizan los cabellos:




Más claro: Así le repatee a algunos y otros me acusen de ¡discriminacióóón!!!, afirmo sin pestañear que el vestidor no es ventajoso para el nivel poblacional promedio y solo los departamentos de más de 180 m2 habrían de ostentarlo. Si el ambiente en cuestión no posee las amplias dimensiones que permitan guardar debidamente ropa y accesorios de ambos esposos, vestirse con comodidad y efectuar una limpieza prolija sin tanta complicación, debería descartarse. Convengo que esta medida conlleva el riesgo de que los compradores se declararen en huelga, y se precisa una salida viable y que enamore principalmente a la Jefa del Hogar. Entonces una va y piensa:

¿Por qué no colocar closets de pared a pared, o bien armarios empotrados en distintos puntos de la habitación?

Analicemos la primera propuesta. Les pido observen detenidamente esta imagen:




La foto muestra un closet de muy generosas dimensiones.. Se ve muy coqueto con la sencilla moldura de sus puertas y cajones. Y en su frontis apreciamos una hendidura ex profeso para la pantalla del televisor. Obviamente ocupa un espacio de pared a pared, como antaño se usaba.  Y lo mejor: Está equitativamente distribuido como para dos personas, tanto en el guardarropa vertical, como en su cajonería y maletera. No me negarán que buena parte de la necesidad de almacenaje queda solucionado, al tiempo que a cada miembro de la pareja se le da su propio espacio. Y si tomamos en cuenta el gran tamaño que todavía suele darse al famoso master de los proyectos inmobiliarios, este diseño es apropiado para los usuarios y barato para cualquier constructor. Conste que la idea no es mía, sino que era elección obligada en tiempos idos. Y funcionaba de maravilla, ya que los dormitorios ganaban en amplitud.

Veamos lo que hay para la segunda opción (1). Fijémonos primero en un diseño mixto, que combine ropero y walk in closet.  Para este caso, una cabina resulta ideal:




Como puede verse la estructura interna es de melamine. Tiene tres ángulos y el primer lado es más corto. La foto deja entrever una cajonería en el fondo bajo, repisas y varillas para colgadores. Pero lo que que más me llama la atención son las portezuelas de lona tipo estor, las mismas  que corren por rieles instalados en el piso y en el techo. ¡Nunca había visto nada semejante! El modelo es bastante original, de mínimo costo y muy agradable vista. Dos cabinas de este tipo en una habitación rectangular y a cada lado de la cama quedarían preciosas.

Ahora pasemos a los armarios propiamente dichos. Tomemos en cuenta que  han de guardar gran cantidad de ropa y accesorios y no restar amplitud a la habitación. Por eso los modelos esquinados resultan muy recomendables. No me negarán que este es sencillamente encantador:





El diseño es elegante, práctico y da la sensación de holgura y luminosidad gracias al color pastel elegido. Nótese que en las portezuelas deslizantes ostentan espejos verticales y en su interior se han instalado originales canastillas -aparentemente de metal recubierto con material plástico de color blanco- , las cuales mantendrán las prendas ventiladas y libres de humedad. La cajonería tradicional se ha colocado al exterior a manera de una simpática cómoda, la cual incluso sirve de mesada para colocar diversos objetos. También se han contemplado repisas verticales externas para libros o adornos. ¿Imaginan dos muebles gemelos ubicados también en los extremos de la habitación, para que cada cónyuge pueda guardar ropa y accesorios a su gusto y necesidad?

Este otro modelo oculta la cajonería dentro del armario, pero igual mantiene varillas para los colgadores, así como las repisas superiores e inferiores:




Y este -si bien con proporciones desiguales en cada bloque- podría considerarse lo suficientemente amplio para ambos esposos. ¿A qué no adivinan cuál correspondería al sufrido hombre?




Tratándose de dormitorios más pequeños, es preferible el closet de pared a pared. Aunque armarios como el de abajo pueden resultar muy prácticos, siempre y cuando sea factible instalar dos o más en distintas esquinas:




Señores constructores, hay soluciones buenas, bonitas y baratas. Y entra aquí la creatividad de un arquitecto para diseñar el mobiliario más idóneo para espacios amplios o reducidos. Y nunca insistiré lo suficiente en que un primoroso brochure con tales innovaciones encantará a la Jefa del Hogar, con mayor razón si se le permite elegir entre tres modelos específicos. Pero quien se emocionará hasta las lágrimas será el jefe -con minúsculas para estos menesteres-. dado que ¡por fin! se estará tomado en cuenta sus necesidades domésticas. Hoy, que tanto se habla de equidad, creo que es tiempo de reconocer que el hombre de la casa también tiene derecho a gozar de un espacioso y decente guardarropa.

Como en otras ocasiones, les invito a expresar sus opiniones en este mismo blog o en Facebook.



Notas aclaratorias
(1) Las imágenes las he tomado de la web Simplemente Genial, en la cual se dan incluso las medidas de estos muebles. Pueden ingresar haciendo click aquí