sábado, 10 de diciembre de 2016

ÁREAS COMUNES DE UN EDIFICIO (3)




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Es innegable que cuando hablamos de las Áreas Comunes de un edificio o complejo habitacional, en el acto pensamos en lo paradisíaco que puede resultar vivir en un auténtico Club House al más puro estilo del Jet Set Internacional o de Beverly Hills.  Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Con toda la experiencia que he adquirido en estos años, creo estar en capacidad de reafirmar que -a pesar de ofrecerse como plus de ventas- no todos van a poder gozar de tales instalaciones, pero igual se van a ver en la obligación de pagar incluso cuotas extras para su buena conservación.  Y el asunto empeora cuando dichas Áreas Comunes están muy lejos de satisfacer necesidades reales de los residentes y solo sirven para alentar la vanidad e incluso el marcado narcisismo de quienes sienten especial afición por tales ambientes.

¿A qué me refiero?  A las Áreas Comunes "exquisitas". Ni más ni menos.

Ya escucho el rugir de quienes se sienten aludidos:

-¡Constructores unidos jamás serán vencidos!!! ¡Muerte a la cucufata de marras!!!

Vamos a hablar claro, señores.  ¿Tiene algo de malo el Club House?  No en sí mismo. Quien puede, puede. Y quien no puede, ¡que aplauda!  Pero he aquí que estas Áreas Comunes llenas de exquisiteces se están ofreciendo a quienes definitivamente no pueden, es decir a los sectores emergentes.  ¿Es discriminación negarles estas comodidades? ¡No! ¡Es simple sentido común! ¿Acaso el ciudadano de a pie, con hijos en el Colegio y en la Universidad, que a duras penas logra cancelar - ¡y con retraso!-  la mensualidad de su crédito hipotecario, va a estar en condiciones de pagar un mantenimientos superior a los S/. 500.00?  Las férreas políticas de la SBS han logrado frenar el aumento de la morosidad (1) , pero tampoco se trata de entregar toda la responsabilidad a los Bancos. Financiar proyectos tipo Club House generará mayor gasto a todo nivel.   Por tanto, es lógico - y loable, así haya quienes se rasguen las vestiduras con este parecer mío- que tanto la Superintendencia de Banca y Seguros como ASBANC tomen las providencias que no caigamos en el mismo desastre que tanto remeció la economía de EEUU y Europa.   Y pienso que es momento de preguntarse si las famosas Áreas Comunes con caché son necesarias o más bien solo alimentan vanidades y complejos, tanto de los Empresarios del sector como de los Compradores.

¿Qué Áreas Comunes pueden calificarse de ostentosas? En concierto las siguientes:

1. Sauna: Nadie niega los efectos terapéuticos que pueda tener. Y sé muy bien que se utiliza para alivio del estrés y otros. He aquí el modelo que he visto en varios edificios. Y sí: Es exactamente igual al que tenemos en los hoteles (2):




Pero he aquí que el sauna también tiene contraindicaciones. Revisando material sobre el tema, me doy con la novedad que no está recomendado para quienes tienen afecciones cardíacas, renales y hepáticas, y que hay toda una parafernalia a seguir antes, durante y después de usarlo. (3)   Encima se aconseja ingresar acompañado a esta sala de vapor, en previsión de un desmayo. Viendo ya al lado operativo, sus instalaciones requieren baño y vestidor adicionales, amén de unos cuidados que no deben quedar a cargo de manos inexpertas. La limpieza ha de ser escrupulosa - con mayor razón si, como en este caso, es de uso público - y sin productos químicos, ya que con estos hay peligro de emisión de gases tóxicos e incendio. ¡Caramba, que las exquisiteces tienen grandes riesgos! ¡Nada de esto había escuchado jamás! Y a todo esto súmese el gasto mayor si el sistema funciona con energía eléctrica.

Preguntas del millón: ¿La administración del edificio va a contratar personal para este ambiente con miras a conservar y a evitar el uso irresponsable del sauna? ¿Los residentes estarán dispuestos a abonar cuotas extras a Luz del Sur o Edelnor?

Otro problema más que vi en el edificio donde vivía mi primo era el siguiente: Nadie lo utilizaba y las instalaciones comenzaron a deteriorarse en menos de un año. ¡Y ojalá hubiera sido solamente el sauna! El edificio se veía precioso desde fuera. ¡Y ahora...!!!

2. Gimnasio: Se dirá que exagero, ya que el ejercicio físico es beneficioso. ¿Y qué mejor que el condominio ofrezca un espacio donde ejecutarlo? Por otro lado los cultores del fitness se sentirán atraídos para comprar un departamento y la gente podrá descargar sus malas tendencias con una buena dosis de despliegue de energía. Todo está muy bien.  Lo cómico del caso es que en estos gimnasios no suele contarse con aparatos de gimnasia en sí. Colchonetas, taburetes, sogas, argollas, camas de salto, pesas de mano -cuyo costo de adquisición y mantenimiento es ínfimo- no se avistan ni por broma. ¿Qué se ha hecho de  la verdadera GIMNASIA?

Me temo que ha sido reemplazado por el exhibicionismo narcisista. A las pruebas me remito. He aquí el gimnasio que se entregó en el edificio que acabo de mencionar, y que es exactamente igual a todos los que se ofrecen en los condominios con Club House:




Está lindo para mirar.  Y ahí viene el primer problema de gasto superfluo.  El enchapado de espejos no tiene ninguna utilidad, excepto para que Nico El Hermoso y Paola La Bella hagan el ridículo contemplando extasiados sus rostros y cuerpos. A esto súmese que cuando una mayor cantidad de residentes coincide en horario para el uso de las benditas máquinas, tales espejos se empañan debido al vaho y a la transpiración. Dado que el área no suele ser amplia y está en ambiente cerrado, los beneficios reales del ejercicio físico van a venirse a menos por causa del aire viciado, lo cual redundará en el mal olor de este recinto.

Por otro lado, no dudo que las máquinas que exhibe la foto de arriba son de primera.  ¿Pero quién va a poner un sol para su reparación o cambio de piezas?

Les cuento: Cuando se me encargó vender dos departamentos de este predio, no había pasado ni un año y ya dos máquinas estaban malogradas por el mal uso.  El tapizón lucía manchas - de sudor, supongo - y era evidente que la Junta no tenía la menor intención de cambiarlo y menos de invertir un sol en la reparación de los aparatos. El baño para este ambiente era el mismo que el del sauna, así que menudo problema si este se encontraba cerrado, ya que los felices usuarios tenían que exhibirse por pasillos y ascensores no solo en shorts o mallas de licra, sino además bañados en sudor. Supe de más de un roce por este motivo.  Me temo que tales escenas - junto a otros problemas derivados de la demora en la independización- hizo que el interés de los propietarios decayera y que cada cual se ocupara de lo suyo, con todo lo que esto significa.  No digo que el predio esté agonizando, pero no es ni la sombra de lo que tanto me fascinó cuando lo vi por primera vez.  Y abundan casos similares. He visitado edificios con gimnasios malolientes y mohosos, y no precisamente en sectores emergentes.  ¿Para esto se invierte en una infraestructura tan cara?

¿Y si se volviera al concepto de la Gimnasia tradicional? No estaría nada mal. Y mejor sería ubicar barras, potros, caminadoras flotantes, esquiadoras y demás al aire libre y como parte de un área deportiva. ¿No les parece?




Adicionalmente podría acondicionarse un pequeño depósito para colchonetas, cintas, sogas, mazas, aros... siempre y cuando se cuente con un personal que vele por el buen uso y la devolución de tales aditamentos, no sea que por ser más pequeños estos artículos gimnásticos desaparezcan como por arte de magia. :



El kit de implementos de gimnasia serían un plus muy beneficioso para los residentes del condominio, en especial para niños y jóvenes.  Y ojalá lograra generalizarse en los futuros proyectos inmobiliarios. Verdad que puede no ser prudente su implementación en determinados casos, mas no hay razón para renunciar a los aparatos deportivos al aire libre.

Señores Constructores, por todo lo expuesto creo que la conclusión es simple: Sauna y gimnasio con máquinas son instalaciones muy caras e INÚTILES en un condominio, peor todavía si este se ubica en segmentos C y D, donde el uso cuidadoso del patrimonio común no es precisamente una costumbre. A la larga - o mejor dicho a la  corta- se convierten en una auténtica carga.  Con todo respeto, pienso que al momento de elaborar el diseño arquitectónico, es preciso combinar la Elegancia y el Buen Gusto con la  Funcionalidad, haciendo a un lado el caché y otras frivolidades por el estilo. No se trata de fascinar al futuro Comprador ofreciéndole llegar al séptimo cielo, sino de brindarle los complementos que no tendrá en su departamento.  Así de simple. La diversión y el relax habitualmente no se buscan en el propio predio residencial, ya que una vez disfrutados los que este ofrece, suele perderse el interés. Y así que tenemos unas Áreas Comunes deterioradas y sin uso, generadoras de conflictos y de moras en las cuotas de mantenimiento.


Como siempre, señores, dejo todo a vuestra consideración.


Notas aclaratorias:
(2) La foto pertenece al Hotel Royal Inca.
(3) http://es.wikihow.com/usar-un-sauna-de-manera-segura



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