viernes, 4 de noviembre de 2016

VENTANAS Y BALCONES (PRIMERA PARTE)



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Esta hermosa fotografía es de un departamento que está siendo ofertado por Live Lima in Relocation. No me negarán que su arreglo es un dechado de buen gusto e invita al solaz y descanso, en compañía de un buen libro y una tacita de café.  La vista al parque favorece el relax. Indudablemente un balcón techado debidamente acondicionado es la delicia de sus moradores. Y la mampara de vidrio polarizado marca la diferencia entre este ambiente y la Sala propiamente dicha.

Antaño ventanas y balcones tenían un encanto especial, con jardineras, capiteles y/o aleros artísticamente tallados en piedra, madera, cemento, fierro...  La altura del antepecho y la anchura del alfeizar - el cual no pocas veces se orientaba tanto hacia el interior como hacia el exterior -garantizaban la seguridad de quienes se asomaban a mirar a la calle. En Lima -en distritos como Jesús María, Lince, Miraflores, Magdalena e indudablemente el Cercado- existen casonas, casas y quintas que todavía ostentan estos antiguos diseños,  lógicamente ya modernizados:





 

Me hace gracia recordar que en las ventanas del primer piso que se armaban sobre muros bajos, el alféizar tenía una importancia capital:  Servía para que la joven casadera se sentara a escuchar la serenata del galán que la rondaba: Hacer esto significaba una tácita aceptación del cortejo, bajo la atenta mirada de la Madre y el chequeo solapado de los vecinos.  En ese entonces las chicas no se exponían a los riesgos innecesarios de hoy. Y para cualquier mozo del barrio habría sido un gran honor romperle el alma al atrevido que osara faltar el respeto a una señorita de su casa.  ¡Qué tiempos aquellos! No dudo que tuvieran sus grandes defectos, pero acá entre nos hago balance y los prefiero, en especial cuando veo tanta Vulgaridad Ciudadana, que ha devenido en Violencia Familiar e Inseguridad en las calles.

Función similar a la de las ventanas tenían los balcones. La imagen que tomé en la web Dreamstime presenta varios estilos:





El balcón central de la segunda fila es exactamente igual al que teníamos nosotros en el departamento-piso ubicado en Jesús María, donde residimos con mis padres allá por los años 60.   Y si observan bien, dentro de su variedad todos tienen algo en común: La seguridad que ofrece la balaustrada, pues en primer término eran muy resistentes por el material utilizado - el mismo que he mencionado arriba- aparte que la estrechez del espacio entre sus columnillas no daban pie a que un niño pudiera deslizarse entre ellos y caer al vacío. Por otro lado, se puede observar que por la altura, dicha balaustrada era un auténtico parapeto. Yo misma recuerdo haber jugado carnavales con nuestros amiguitos tirando globos desde arriba y mi cuerpo de niña de cinco años no podía ni remotamente pasar entre los balaustres en cuestión, amén de que el ancho de la superficie horizontal era equivalente al del alfeizar de una ventana de la época, de tal manera que cualquiera podía recostarse con toda comodidad y seguridad y no daba vértigo mirar abajo.

¿Y cómo son las ventanas y los balcones de hoy? Pues...acusan ciertos defectos que urge solucionar. Y esta vez, señores Constructores, voy a tocar un tema delicado y que es necesario afrontar con la objetividad y serenidad del caso.  No dudo que el profesionalismo que tanto los caracteriza se imponga al impacto que puedan causar mis palabras.

Concentrémonos hoy en las ventanas, en especial porque el antepecho ha evolucionado. En el post anterior dije que los peruanos hemos inventado el antevientre y el antepiernas. Pero honestamente debo reconocer que me equivoqué y haciendo memoria llego a la conclusión de que estos conceptos son foráneos y poco a poco fueron introduciéndose a partir de los años 70, en que las ventanas de aluminio hicieron furor. De ahí al antepecho combinado(1) de cemento y vidrio, un paso. Y de aquí a la reducción de sus dimensiones y/o desaparición de la base de cemento, medio paso.

Y los riesgos cada vez son mayores, señores.  Y ahora van a entender por qué escribo este post.

Esta es la Torre A del condominio en donde resido.  Las ventanas interiores tienen el paradigma del antepecho combinado:



Fue en esta Torre -en el piso 5- donde dos niños de aproximadamente cuatro años de edad pretendieron sacar sus cuerpecitos por la ventana. ¿Cómo? Trepando por antepecho combinado, concretamente por el muro sobre el que se asienta la ventana horizontal, el cual  mide 54 cm de alto y 17 cm de espesor hacia adentro. (2) Este alféizar interno parece una invitación a que una criaturita haga su travesura.  Mi hermano Felipe y yo casi enloquecimos de terror.  Me vi obligada a llamar a portería para que advirtieran a los adultos que se supone estaban en el departamento, rogando a Dios que en el trayecto no ocurriera una espantosa desgracia.  Menos mal que estos niños parecieron ser empujados por alguien invisible, pues cayeron como impulsados hacia atrás sin hacerse daño y se alejaron de dicha ventana.  ¿Fueron sus Ángeles de La Guarda?  Supongo que sí, mas no podemos esperar que estos celestiales protectores trabajen horas extras ni que hagan por nosotros lo que a nosotros nos compete hacer.  Hace cuarenta años esto no ocurría, en parte porque los Niños quedaban al cuidado de la Madre, a la que hoy tenemos en su centro de labores.  Pero no me negarán que las construcciones eran otras y en Lima no habían proliferado los edificios multifamiliares de diez pisos a más y con los modernismos de hoy. Y menos mal que el hecho que acabo de referir es una excepción. Pero eso no quita que el drama vaya en aumento, si bien  quienes hoy sufren accidentes no son los niños: Los noticieros reportan casos de jóvenes y adultos que se accidentan en edificios relativamente nuevos, cayendo al vacío y falleciendo en el acto. ¿Qué es lo que está sucediendo?

Me temo que, además de haberse obviado ciertas normas de seguridad previstas en el Reglamento Nacional de Edificaciones- lo cual me consta, por desgracia, al menos en lo que a mi condominio respecta -, el problema es el siguiente: Para personas deprimidas y/o bajo el efecto del alcohol y las drogas el diseño de antepecho transparente puede convertirse en una invitación al suicidio, dado que el vacío queda a la vista.   Por desgracia la Sociedad Civil está de cabeza y tragedias como las arriba mencionadas son cada día más comunes.

Estas modernas ventanas traen, además, problemas de higiene y no por falta de voluntad de los residentes, sino por el mismo miedo a caer en picada. Yo misma siento vértigo y temor a que el antepecho ceda cuando intento limpiar las de mi habitación, que encima no tienen vidrio templado sino crudo y dejan pasar toda la bulla de la casa de enfrente, es decir del Jockey Club del Perú. Observo que las Empleadas Domésticas limpian las ventanas corredizas como buenamente pueden, pero ni por broma se asoman siquiera a pasar un trapo al exterior del antepecho, que siendo de vidrio y aluminio requiere mantenimiento constante. La Junta de Propietarios no tiene previsto un presupuesto especial para la limpieza exterior de las ventanas. ¿Es de extrañar que las lunas de este y otros edificios similares no gocen de una limpieza prolija, y que el predio luzca descuidado y sucio?

Pero ahí no acaba la cosa.  Se está haciendo costumbre que el antepecho combinado desaparezca y dé paso al transparente puro ¡y hasta en contacto directo con el suelo- es decir, sin base de cemento- incluso en pisos muy altos! A veces incluso se exagera al extremo y en un buen tramo carece de divisiones verticales.  No discuto que estéticamente hablando es una auténtica belleza, una exquisitez digna de príncipes y que muchos -tal vez demasiados- darían la vida por tenerlos en sus Pent House. Pero es peligroso, especialmente si el armazón de aluminio es simple. Estamos en octubre y no tengo reparos en hablar sobre el tema. La foto que voy a mostrar es de un departamento que posee una vista espectacular.  Y todos sabemos que son moneda corriente en los Malecones limeños:




Si a esto le sumamos que en segmentos A-B y C se ha empezado a dar cabida a los departamentos loft - en que los grandes ventanales son el encanto más preciado - tenemos que en todos los estratos sociales los edificios pueden ser muy sólidos desde el punto de vista estructural: Sin ir más lejos, mi condominio lo es (3), y esperemos que sean falsos los rumores que por ahí se escuchan sobre otras edificaciones. Mas mucho me temo que ante el gran sismo que se avecina, los departamentos similares al de la foto de arriba igual se tornarán inhabitables, ya que las lunas saltarán en mil pedazos y los ambientes quedarán al aire libre, invitando a sus residentes a volar como los pájaros. Y esto se vuelve más peligroso todavía cuando el antepecho desaparece totalmente y se pasa al concepto ventana-mampara, como el que se aprecia a continuación:



Quiero pensar pensar que al dibujante se olvidó de representar la baranda y/o antepecho estipulados en el Reglamento. Porque me parece inconcebible un ventanal de este tipo,  que condenará a los habitantes del predio a no tener la más mínima ventilación dada la imposibilidad de correr medianamente una de las puertas.  Quiero pensar, aunque me temo... Pero igual quiero pensar.

Debo agregar que similar modelo encontré en un proyecto de Surco. Todavía recuerdo que la ventana-mampara ya estaba instalada, mas no así la baranda protectora. Nunca entendí cómo podía permitirse esto, ya que ni siquiera había una estructura de albañilería que impidiera asomarse. Es más: La persona encargada no supo asegurar si realmente colocarían aunque fuera un travesaño. (???????) Entenderán el que haya optado por ya no ofertar dicho departamento. Y como yo, cientos de Corredores habrán sentido lo mismo.  El estilo minimalista puede sernos muy útil en otros aspectos. Pero definitivamente es un  h-o-r-r-o-r  si se aplica sin mesura.  Asimismo, no ha de olvidarse que el vidrio templado con un pequeño golpe en el extremo estalla e igual sucederá ante un sismo de gran intensidad. Así ocurrió con "la pirámide" de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima en el terremoto del 2007, de cuyas instalaciones acababa yo de salir luego de una charla. (4) Y de la noche a la mañana el vidrio templado del departamento de una cliente- ubicado en Las Casuarinas Sur- estalló, dejando a la Sala-Comedor expuesta a los encantos del polvo de dicha zona y a merced de los mosquitos, las aves...y los ladrones, si bien por contar con un balcón la seguridad inmediata de los residentes no estuvo tan amenazada. Como ven, no hablo por hablar. O mejor dicho, no escribo por escribir.

¿Y los balcones? Como botón de muestra tienen el del departamento en donde vivo.  Ni a balas me recostaría en este. ¿Por qué? Porque -desde el suelo adyacente del balcón- la baranda tiene una altura de solo 90 cm, siendo así que para un octavo piso- que es donde estamos- tendría que medir 1.00 m como mínimo.(5) Ahora, que con o sin medidas reglamentarias, igual le tengo muuucho respeto, como ustedes comprenderán, porque es más baja que el antepecho de vidrio que mal que bien preceden nuestras ventanas. Eso sí: Dicha baranda es muy sólida en su base superior y está asentada en muro de cemento, de manera que por ese lado estoy tranquila. Otro cantar es cuando veo balcones de esta guisa, con un armazón de aluminio que lo movería hasta el aire. La foto es de un edificio europeo, pero este diseño es la atracción de no pocos que se vienen construyendo en nuestros limeñísimos distritos:





Señores Constructores en general y Arquitectos en particular, me temo que en aras de la estética se está sacrificando la Seguridad de las personas. No dudo que en la zona no sísmica de Europa y EEUU estos paradigmas sean el último grito de la moda. Pero aceptemos nuestra realidad, por favor: En el Perú, especialmente en la costa

SON DEMASIADO PELIGROSOS

En mis oídos resuenan ya las voces de protesta:

-Ya despotricó lo suficiente, señora. Poco más y nos acusa de ser los causantes de los actos suicidas que cometen otros. Y si realmente ventanas y balcones no ofrecen la seguridad requerida, haremos lo imposible por solucionar el impasse. 

Señores Constructores, no ha sido mi intención molestar y ni de lejos los acuso de nada.  Pero la realidad es la realidad:  Las personas emocionalmente enfermas está viendo en las ventanas de antepechos transparentes la oportunidad ideal para hacerse daño. Muchos edificios nuevos lucen ventanas y balcones sucios. Y en menos de una semana hemos sufrido cinco temblores. Y hace unos segundos acaba de moverse la tierra una vez más. Alguien se los tenía que hacer notar. Lamento que me  haya tocado tan incómodo deber.

Y como por hoy ya se ha dicho demasiado, permítanme que las sugerencias las presente en el siguiente post.


Notas aclaratorias:
(1) Lo denomino así porque ignoro la terminología correcta en estos casos.
(2) Las medidas son estándares en el condominio.  Las que he colocado arriba son de la ventana de mi cuarto.
(3) Los temblores de intensidad 4 de la escala de Richter casi no se sienten en el piso 8.
(4) Ese día dos veces me salvé de milagro.
(3) Altura mínima de barandas y antepechos: Título III.1 -Norma A. 010- art. 33-Reglamento del 2006: http://www.urbanistasperu.org/rne/pdf/RNE_parte%2005.pdf



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