Haciendo eco del artículo del Prof. Rolando Arellano, el cual se inicia con la Prehistoria del Boom actual, pláceme continuar con la analogía y recordar cómo era las viviendas de la clase media y/o media-alta en tiempos del Pleistoceno.
Los de mi generación la recuerdan de maravilla y de cuando en vez la echamos de menos. Con todo, hemos sabido evolucionar. Esta servidora da fe de ello. Si ayer vivíamos en una casa de 400 m2 de terreno, frente al Parque Bella Luz - cuyo silencio nocturno era similar al de los monasterios medievales - , hoy no tengo reparos en residir en un departamento de 60 m2, aunque un 4to. piso sin ascensor no ha sido muy benigno con mi columna. ¿Con vista al parque? No, pero sí a las copas de los árboles del cruce Montagne - Villarán. (1) Eso sí, jamás pensé que tendría acceso directo a ese fenómeno conocido como "horas punta", que últimamente me ofrece el plus del florido lenguaje que intercambian los conductores de las 4 x 4. ¡En el Pleistoceno esto último era impensable, porque de un sopapo en el hocico nos quitaban las ganas de decir "malas palabras"! Los padres de entonces no toleraban exabruptos. Pero ahora, que la sociedad está en manos de nosotros la "Generación Sandwich" - es decir, ayer sumisos a nuestros mayores y hoy sumisos a nuestros jóvenes (2)-, no necesitamos ir a Matute para escuchar el lenguaje soez como expresión natural de "personas respetabilísimas" . La Vulgaridad Ciudadana ha tomado gran posicionamiento en los llamados "barrios residenciales". Pero este es otro tema. Ya lo desarrollaré en un post específico, donde sí advierto que arremeteré sin miramientos. Volvamos a las viviendas de mis tiempos idos.
En el Pleistoceno, las casas y departamentos eran mucho más espaciosos, porque el promedio era más o menos de tres a cinco hijos por Familia, además de "la muchacha" , que así se le llamaba a la empleada doméstica. Y esta época también tuvo su Boom, aunque no con las características del actual, que se extendió hacia la zona de las antiquísimas haciendas de Limatambo y Monterrico, en donde se edificaron CASAS. ¡Todavía recuerdo los maizales y cañas de azúcar en lo que hoy es la Urbanización Juan XXIII!!!! ¡Y las pistas sin asfaltar alrededor del pampo...¡perdón! del Parque Bella Luz!!!
Haciendo un paréntesis cuento la historia: Contrariamente a lo que muchos creen, el nombre de este famoso parque no se debió al inmenso poste que se instaló en su centro y que destacaba por su altura y la potencia luminosa de sus enormes focos; sino porque en mitad de la calle se ubicaba la enorme antena de Radio Luz. Y justo un 20 de Abril de 1968 - cumpleaños de mi hermano Felipe- accidentalmente fue derribada por una camioneta. El impacto nos pareció un sismo de gran intensidad y salimos a ver qué pasaba ¿Cómo pudo ocurrir algo así ? Simple: ¡Los alambres de la antena llegaban hasta el medio de la pista y no había alumbrado público, señores!!! ¡Y en un área así se seguía construyendo nuestra urbanización!!! Presumo que el Reglamento Nacional de Edificaciones era muy laxo comparado al de hoy... ¿O tal vez no existía??? ¡Prefiero no meterme a averiguarlo! Como los poquísimos vecinos recién mudados clamaban - no me incluyo, porque era muy niña - que dicha antena fuera retirada, recuerdo que hasta se dijo que habían pagado al chofer para que adrede chocara con ella y se la echara al piso. No sé si se llegó a hacer una acusación formal, pero puedo asegurar que todo fue un accidente lógico y predecible, dadas las circunstancias. ¿Qué quedó de la susodicha? La base, que sirvió de soporte para que veintitantos años después se levantara la Gruta de la Virgen, donde semanalmente se reza El Rosario. Recuerdo este hecho con especial cariño, porque fue nuestra madre una de la grandes impulsoras para entronizarla y, junto con otra señora del barrio, habló personalmente con el Alcalde de Surco, logrando obtener el permiso:
Bueno, describo a continuación las viviendas de aquellos años felices que... pueden volver.
Si se trataba de una casa, lo más común era que tuviera dos pisos, así como jardín interior y exterior, este último de grandes dimensiones si el inmueble se ubicaba en esquina. Los espacios lucían amplios, los techos altos, los ambientes muy bien diferenciados. Cuando la Arquitectura comenzó a modernizarse a finales de los 60 - con el Boom residencial en lo que hoy es Monterrico y San Borja-, continuó considerándose infaltable el Hall de distribución, donde habitualmente se recibía a las visitas de confianza. Nada de "living-comedor" ni "cocina con lavandería integrada", que esta fue una moda que se importó de los EEUU a finales de los 70. Las variantes empezaron a notarse principalmente en el número de baños. Y esto lo atribuyo a un fenómeno que nada tuvo que ver con rubro inmobiliario en sí: La llamada "revolución sexual". De manera tácita, supongo - porque en esa época no se tocaban abiertamente estos temas, y más todavía porque los internados escolares dejaron paulatinamente de existir-, nuestros mayores vieron la necesidad de hacer las debidas separaciones para guardar el recato en el Hogar , evitando situaciones de riesgo entre los miembros de la Familia. Se estableció que cada vivienda tuviera dos baños: Uno de hombres - casi siempre de color celeste- y otro de mujeres, con tonalidades rosa, además del medio baño de visitas y el de servicio. ¡Ay del hijo o la hija si se asomaba siquiera al baño que no le correspondía!!! Esta costumbre duró como tres décadas. Hoy, la mayoría de departamentos promedio tienen el baño incorporado para el dormitorio principal, y otro baño que comparten hijos varones y mujeres y también las visitas. ¡Cómo cambian los tiempos! ¡Si nuestros mayores se levantaran de sus tumbas, volverían a caerse muertos de la impresión!
Los tradicionales "roperos" fueron reemplazados por closets de pared a pared. Ahora tenemos- opinión personal- ese insoportable acumulador de polvo y humedad llamado "walk in closet" (¿se escribe así???), que encima ocupa el espacio que tranquilamente podría servir para otro baño, pero que es la delicia de todos nuestros clientes y por eso lo destacamos tanto entre los beneficios de nuestros inmuebles. Los hijos compartían habitaciones sin ningún problema, de acuerdo a su sexo. A veces dormían en la misma habitación tres hermanos o hermanas. Conque haceos una idea del tamaño de los dormitorios. Calculo que no bajaban de 20 ó 25 m2, sin contar el closet.
Si bien en la primera mitad de los 80 la costumbre de colocar un televisor a color , betamax y VHS en cada cuarto aisló a los miembros de las Familias, había un espacio que nos reunía a todos en distintos eventos: Era el Hall de distribución del 2do. piso, que se convertía en la gran Sala de Estar Familiar. Retorno a la Democracia, Mensajes Presidenciales, Desfiles Militares, Visitas del Papa Juan Pablo II, Copa Libertadores, Olimpiadas, Mundial de Fútbol y de Voley, Atentados de Sendero Luminoso, Disolución del Congreso, etc. se vivían en Familia. Y estos acontecimientos, buenos o malos, nos permitían compartir momentos especiales en Familia, ya que los distintos horarios de trabajo y estudio obstaculizaban la comunicación entre sus miembros. Más claro: La Sala de Estar era el punto de encuentro para reavivar los lazos familiares, tan mellados desde tiempo atrás por causa del choque generacional.
¿Adónde voy con todas estas remembranzas? Pues a que hay personas que sienten una auténtica claustrofobia sólo de mirar los departamentos de hoy. ¡Los hay desde 28 m2 en los sectores RDA !!! (3) Con kitchenet y todo. ¿Cómo se las arreglan los Constructores? Obviamente los Arquitectos peruanos - no solo los de apellido extranjero, como algunos creen- son de primera. Sin embargo, la Creatividad no quita la Incomodidad de aquellos que se sienten asfixiados en un espacio que consideran estrecho, así tenga 120 m2. Y conste que no me refiero únicamente a quienes toda su vida han vivido en los sectores A y B de Lima, sino también a quienes proviniendo de otras ciudades, están acostumbrados a los grandes caserones y no superaron la era del Pleistoceno. No todos se adaptaron como nosotros. Conozco varios casos en que la Familia se niega a vender su antigua propiedad de más de 40 años y no por razones sentimentales, sino psicológicas: Están acostumbrados a lugares amplios y un departamento pequeño les desataría irascibilidad y hasta depresión. Saben que mudarse a otra casa equivale a cambiar polvo por arena, ya que sólo con remodelación y alcabala, la inversión sería desproporcionada. Por otro lado, se sienten más expuestos a los asaltos y no salen de vacaciones por temor a encontrar que los ladrones les vaciaron la vivienda. Y están en la disyuntiva. ¿Vendemos o no vendemos? Y si vendemos, ¿adónde nos vamos?? Las hay también con dinero en mano, pero no se deciden por "las casitas de muñecas" que ofertamos hoy. Y sienten temor de que su privacidad se vea comprometida por el gran número de residentes que habitan en los edificios.
¿Existe alguna alternativa que cubra las necesidades de este público?
Pienso que ésta es una de las soluciones:
Se dirá por ahí que no es rentable para un Constructor una edificación de este tipo. Respondo que todo es rentable, siempre y cuando se ubique en el lugar preciso y para el público preciso. Hay zonas donde RDB es realmente RDB (4) , porque los parámetros urbanísticos exigen como mínimo 150 m2 (¡para tener 2 dormitorios!!!), tres cocheras por departamento y el plano de alturas fluctúa entre 3 y 5 pisos, Y dadas las circunstancias, creo que sería un buena alternativa construir DEPARTAMENTOS QUE PAREZCAN CASAS. Pongo como ejemplo este Proyecto que tenemos en Urbanización Aurora (5):
¿Y cómo es cada piso-departamento? Abajo pueden apreciar el plano:
Los de mi generación la recuerdan de maravilla y de cuando en vez la echamos de menos. Con todo, hemos sabido evolucionar. Esta servidora da fe de ello. Si ayer vivíamos en una casa de 400 m2 de terreno, frente al Parque Bella Luz - cuyo silencio nocturno era similar al de los monasterios medievales - , hoy no tengo reparos en residir en un departamento de 60 m2, aunque un 4to. piso sin ascensor no ha sido muy benigno con mi columna. ¿Con vista al parque? No, pero sí a las copas de los árboles del cruce Montagne - Villarán. (1) Eso sí, jamás pensé que tendría acceso directo a ese fenómeno conocido como "horas punta", que últimamente me ofrece el plus del florido lenguaje que intercambian los conductores de las 4 x 4. ¡En el Pleistoceno esto último era impensable, porque de un sopapo en el hocico nos quitaban las ganas de decir "malas palabras"! Los padres de entonces no toleraban exabruptos. Pero ahora, que la sociedad está en manos de nosotros la "Generación Sandwich" - es decir, ayer sumisos a nuestros mayores y hoy sumisos a nuestros jóvenes (2)-, no necesitamos ir a Matute para escuchar el lenguaje soez como expresión natural de "personas respetabilísimas" . La Vulgaridad Ciudadana ha tomado gran posicionamiento en los llamados "barrios residenciales". Pero este es otro tema. Ya lo desarrollaré en un post específico, donde sí advierto que arremeteré sin miramientos. Volvamos a las viviendas de mis tiempos idos.
En el Pleistoceno, las casas y departamentos eran mucho más espaciosos, porque el promedio era más o menos de tres a cinco hijos por Familia, además de "la muchacha" , que así se le llamaba a la empleada doméstica. Y esta época también tuvo su Boom, aunque no con las características del actual, que se extendió hacia la zona de las antiquísimas haciendas de Limatambo y Monterrico, en donde se edificaron CASAS. ¡Todavía recuerdo los maizales y cañas de azúcar en lo que hoy es la Urbanización Juan XXIII!!!! ¡Y las pistas sin asfaltar alrededor del pampo...¡perdón! del Parque Bella Luz!!!
Haciendo un paréntesis cuento la historia: Contrariamente a lo que muchos creen, el nombre de este famoso parque no se debió al inmenso poste que se instaló en su centro y que destacaba por su altura y la potencia luminosa de sus enormes focos; sino porque en mitad de la calle se ubicaba la enorme antena de Radio Luz. Y justo un 20 de Abril de 1968 - cumpleaños de mi hermano Felipe- accidentalmente fue derribada por una camioneta. El impacto nos pareció un sismo de gran intensidad y salimos a ver qué pasaba ¿Cómo pudo ocurrir algo así ? Simple: ¡Los alambres de la antena llegaban hasta el medio de la pista y no había alumbrado público, señores!!! ¡Y en un área así se seguía construyendo nuestra urbanización!!! Presumo que el Reglamento Nacional de Edificaciones era muy laxo comparado al de hoy... ¿O tal vez no existía??? ¡Prefiero no meterme a averiguarlo! Como los poquísimos vecinos recién mudados clamaban - no me incluyo, porque era muy niña - que dicha antena fuera retirada, recuerdo que hasta se dijo que habían pagado al chofer para que adrede chocara con ella y se la echara al piso. No sé si se llegó a hacer una acusación formal, pero puedo asegurar que todo fue un accidente lógico y predecible, dadas las circunstancias. ¿Qué quedó de la susodicha? La base, que sirvió de soporte para que veintitantos años después se levantara la Gruta de la Virgen, donde semanalmente se reza El Rosario. Recuerdo este hecho con especial cariño, porque fue nuestra madre una de la grandes impulsoras para entronizarla y, junto con otra señora del barrio, habló personalmente con el Alcalde de Surco, logrando obtener el permiso:
Bueno, describo a continuación las viviendas de aquellos años felices que... pueden volver.
Si se trataba de una casa, lo más común era que tuviera dos pisos, así como jardín interior y exterior, este último de grandes dimensiones si el inmueble se ubicaba en esquina. Los espacios lucían amplios, los techos altos, los ambientes muy bien diferenciados. Cuando la Arquitectura comenzó a modernizarse a finales de los 60 - con el Boom residencial en lo que hoy es Monterrico y San Borja-, continuó considerándose infaltable el Hall de distribución, donde habitualmente se recibía a las visitas de confianza. Nada de "living-comedor" ni "cocina con lavandería integrada", que esta fue una moda que se importó de los EEUU a finales de los 70. Las variantes empezaron a notarse principalmente en el número de baños. Y esto lo atribuyo a un fenómeno que nada tuvo que ver con rubro inmobiliario en sí: La llamada "revolución sexual". De manera tácita, supongo - porque en esa época no se tocaban abiertamente estos temas, y más todavía porque los internados escolares dejaron paulatinamente de existir-, nuestros mayores vieron la necesidad de hacer las debidas separaciones para guardar el recato en el Hogar , evitando situaciones de riesgo entre los miembros de la Familia. Se estableció que cada vivienda tuviera dos baños: Uno de hombres - casi siempre de color celeste- y otro de mujeres, con tonalidades rosa, además del medio baño de visitas y el de servicio. ¡Ay del hijo o la hija si se asomaba siquiera al baño que no le correspondía!!! Esta costumbre duró como tres décadas. Hoy, la mayoría de departamentos promedio tienen el baño incorporado para el dormitorio principal, y otro baño que comparten hijos varones y mujeres y también las visitas. ¡Cómo cambian los tiempos! ¡Si nuestros mayores se levantaran de sus tumbas, volverían a caerse muertos de la impresión!
Los tradicionales "roperos" fueron reemplazados por closets de pared a pared. Ahora tenemos- opinión personal- ese insoportable acumulador de polvo y humedad llamado "walk in closet" (¿se escribe así???), que encima ocupa el espacio que tranquilamente podría servir para otro baño, pero que es la delicia de todos nuestros clientes y por eso lo destacamos tanto entre los beneficios de nuestros inmuebles. Los hijos compartían habitaciones sin ningún problema, de acuerdo a su sexo. A veces dormían en la misma habitación tres hermanos o hermanas. Conque haceos una idea del tamaño de los dormitorios. Calculo que no bajaban de 20 ó 25 m2, sin contar el closet.
Si bien en la primera mitad de los 80 la costumbre de colocar un televisor a color , betamax y VHS en cada cuarto aisló a los miembros de las Familias, había un espacio que nos reunía a todos en distintos eventos: Era el Hall de distribución del 2do. piso, que se convertía en la gran Sala de Estar Familiar. Retorno a la Democracia, Mensajes Presidenciales, Desfiles Militares, Visitas del Papa Juan Pablo II, Copa Libertadores, Olimpiadas, Mundial de Fútbol y de Voley, Atentados de Sendero Luminoso, Disolución del Congreso, etc. se vivían en Familia. Y estos acontecimientos, buenos o malos, nos permitían compartir momentos especiales en Familia, ya que los distintos horarios de trabajo y estudio obstaculizaban la comunicación entre sus miembros. Más claro: La Sala de Estar era el punto de encuentro para reavivar los lazos familiares, tan mellados desde tiempo atrás por causa del choque generacional.
¿Adónde voy con todas estas remembranzas? Pues a que hay personas que sienten una auténtica claustrofobia sólo de mirar los departamentos de hoy. ¡Los hay desde 28 m2 en los sectores RDA !!! (3) Con kitchenet y todo. ¿Cómo se las arreglan los Constructores? Obviamente los Arquitectos peruanos - no solo los de apellido extranjero, como algunos creen- son de primera. Sin embargo, la Creatividad no quita la Incomodidad de aquellos que se sienten asfixiados en un espacio que consideran estrecho, así tenga 120 m2. Y conste que no me refiero únicamente a quienes toda su vida han vivido en los sectores A y B de Lima, sino también a quienes proviniendo de otras ciudades, están acostumbrados a los grandes caserones y no superaron la era del Pleistoceno. No todos se adaptaron como nosotros. Conozco varios casos en que la Familia se niega a vender su antigua propiedad de más de 40 años y no por razones sentimentales, sino psicológicas: Están acostumbrados a lugares amplios y un departamento pequeño les desataría irascibilidad y hasta depresión. Saben que mudarse a otra casa equivale a cambiar polvo por arena, ya que sólo con remodelación y alcabala, la inversión sería desproporcionada. Por otro lado, se sienten más expuestos a los asaltos y no salen de vacaciones por temor a encontrar que los ladrones les vaciaron la vivienda. Y están en la disyuntiva. ¿Vendemos o no vendemos? Y si vendemos, ¿adónde nos vamos?? Las hay también con dinero en mano, pero no se deciden por "las casitas de muñecas" que ofertamos hoy. Y sienten temor de que su privacidad se vea comprometida por el gran número de residentes que habitan en los edificios.
¿Existe alguna alternativa que cubra las necesidades de este público?
Pienso que ésta es una de las soluciones:
Edificios con departamentos de grandes dimensiones
e ínfima densidad poblacional.
Se dirá por ahí que no es rentable para un Constructor una edificación de este tipo. Respondo que todo es rentable, siempre y cuando se ubique en el lugar preciso y para el público preciso. Hay zonas donde RDB es realmente RDB (4) , porque los parámetros urbanísticos exigen como mínimo 150 m2 (¡para tener 2 dormitorios!!!), tres cocheras por departamento y el plano de alturas fluctúa entre 3 y 5 pisos, Y dadas las circunstancias, creo que sería un buena alternativa construir DEPARTAMENTOS QUE PAREZCAN CASAS. Pongo como ejemplo este Proyecto que tenemos en Urbanización Aurora (5):
¡UN DEPARTAMENTO POR PISO, CON DOBLE VISTA A CALLE !
¿Y cómo es cada piso-departamento? Abajo pueden apreciar el plano:
¡Esto es lo que se denominaría "Convenio Generacional"!: Amplio como en los viejos tiempos, con 180 m2 cada uno. ¿Iluminación? Por donde se mire y con pozo de luz agregado. ¿Área social? Espaciosa y con salida a terraza con jardinera. ¿Área de de servicio? Completa y funcional, como lo exigen las necesidades de hoy. ¿Área privada? 3 Dormitorios con su propio Baño y la infaltable Sala de Estar. ¿Cocheras? Tres por departamento ¡y todas paralelas! ¿Acabados? De primera, ¿Registro visual entre residentes? Ninguno y, por tanto, privacidad garantizada. ¿Seguridad? Las 24 horas. ¿Áreas verdes? ¡Señores, es Urb. Aurora!!! ¿Precios? Va la pregunta: ¿Cuánto pagaría Ud. por un departamento que tiene las características de una casa, la seguridad de un edificio, además de una excelente ubicación?
Señores Compradores, no pierdan la oportunidad.
Señores Constructores, hay más "pleistocénicos" de lo que se imaginan.
Notas Aclaratorias al 07 de Enero del 2018:.
(1) Hasta Setiembre del año 2014 ese era mi domicilio.
(2) He parafraseado las palabras que el cantautor católico Martín Valverde dijera en un concierto.
(3) RDA: Residencial Densidad Alta.
(4) RDB: Residencial Densidad Baja.
(5) El Proyecto es hermoso y ya ha sido entregado a sus flamantes dueños. Estamos muy satisfechos con dicha constructora.
Señores Compradores, no pierdan la oportunidad.
Señores Constructores, hay más "pleistocénicos" de lo que se imaginan.
Notas Aclaratorias al 07 de Enero del 2018:.
(1) Hasta Setiembre del año 2014 ese era mi domicilio.
(2) He parafraseado las palabras que el cantautor católico Martín Valverde dijera en un concierto.
(3) RDA: Residencial Densidad Alta.
(4) RDB: Residencial Densidad Baja.
(5) El Proyecto es hermoso y ya ha sido entregado a sus flamantes dueños. Estamos muy satisfechos con dicha constructora.
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