martes, 2 de diciembre de 2014

GRACIAS A UN DEPARTAMENTO CON VISTA INTERIOR (1)






   Heme aquí nuevamente, después de haberme desaparecido más dos meses del mundo comercial e internáutico.  ¿Otra vez los clientes desleales?  No.  Simplemente que en casa del herrero, cuchillo de palo. Bueno, en mi caso sería de papel. Al menos si tomamos en cuenta que mi especialidad en Seguros es Asistencia Médica.


  ¿Qué pasó?  Mi salud me jugó una mala pasada.  Para ser exactos, le jugué una mala pasada a mi salud.  Porque nadie va a entender cómo es posible haberme descuidado tanto, hasta el punto que me he visto obligada a guardar régimen hospitalario en el departamento de Andrés, con todo lo que eso ha significado para él y para Carlos:  Hacerse responsables de la totalidad de mi trabajo.  Todavía estoy convalesciente y solo me es permitido -y con las precauciones del caso- dedicarme a labores recreativas.  Nada de coordinaciones por vía celular u on line, y menos de recorridos en tours inmobiliarios.  Tampoco artículos extensos en este blog.  Conque ya sabéis el porqué de mi nueva desaparición, amén del cambio observado en nuestra web www.rcyhnos.com ,  Fanpage, Google+, etc, etc, etc, respecto a los teléfonos de contacto. Carlos y Andrés son quienes ahora están al frente.  Si desean hacer una consulta sobre los inmuebles que tenemos en cartera, favor comunicarse con cualquiera de los dos.  Esperemos que en Enero pueda al fin reincorporme a las tareas del rubro.


   Mi descanso forzado me ha ofrecido la oportunidad de reflexionar sobre múltiples asuntos, tanto a nivel personal como profesional.  Comparto con Uds. las referentes a mi labor de corredora, que ya habrá tiempo para las otras.  Va la primera.


  Verán:  Me pongo a pensar en los Clientes de RC & HNOS. Y se me viene a la memoria que por lo menos el 95% de ellos muere por los departamentos con vista a calle.  La vista interior nunca o casi nunca es considerada dentro de sus opciones y las sufridas Constructoras dan cuenta de ello.  Pues desde mi experiencia, me permito decir a Compradores-Arrendadores en particular  y al público en general:

SEÑORES, NO SABEN LO QUE SE ESTÁN PERDIENDO.


   Mi nuevo domicilio ha sido- y continúa siendo - un factor preponderante en mi recuperación.  Lo cómico de la historia es que el condominio se encuentra en plena Av. El Derby, en donde el caos vehicular es verdaderamente inaguantable.  Sin embargo, gran parte del día gozo de un silencio quasi monacal y de mucha más tranquilidad de la que tenía en el departamento de Montagne.  El tráfico y hasta los conciertos del mismo Jockey Plaza se escuchan a lo lejos, con la ventaja de que no llega a mis oídos el floro que  los conductores de las 4 x 4 suelen obsequiarse en horas punta.  ¿Cómo es esto posible?


   Simple: El condominio tiene dos torres. La primera atenúa los ruidos molestos.  Nosotros estamos en la segunda, con vista a los patios y jardines interiores del mismo.   Es más: Me puedo dar el lujo de dar caminatas "ad intra", ya que todavía no es prudente que salga sola a la calle. Como la organización del edificio contempla guardianía las 24 horas, estoy tranquila respecto a la seguridad personal. Y dado que los departamentos de la Torre B no tienen registro visual unos con otros y la distancia con respecto a la A es considerable, la intimidad está garantizada incluso cuando salgo al balcón techado a tomar aire puro y/o hacer ejercicios de respiración , si los mareos vuelven a molestarme.


   Jamás imaginé que  siendo yo tan sensible a los ruidos molestos- pregunten si no a los vecinos de mi anterior edificio y al Serenazgo de Miraflores - pudiera sentirme tan a gusto en una avenida como El Derby.  Créanme: Nada mejor para una salud física resquebrajada que un departamento con las características arriba descritas. Otro tanto podría afirmarse si se cuenta con adultos mayores en el grupo familiar. Tengo mucha ventilación y luz natural, gracias al diseño arquitectónico del condominio.  Y es una delicia sentarme en el sofá de la sala para tejer y ver la televisión. O bien, como en este caso, escribir desde mi laptop enana, la cual he colocado sobre mi mesita de asiento plegable.  Un cafecito con leche, unas galletitas de animalitos, un buen pedazo de panetón ...

¡AH!!! ¡ESTO ES VIDA!!!
  

   Y en gran parte,  gracias a un departamento con vista interior.





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