Hace
unos días hicimos notar cómo nuestro sector puede ir Hacia las Altas Cumbres si
Constructoras y Corredores se ponen la misma camiseta. Alguien dirá por ahí que si de metáforas se
trata, mejor regreso a la Docencia Literaria y dejo al rubro inmobiliario en
paz. Convengo que el título del post
anterior tiene matices de poesía. Empero, el contenido en sí no tenía nada de
poético y sí mucho de realidad cotidiana en otros campos. Mis Colegas en Seguros lo saben muy
bien. Con todo, para no ir tan
frontalmente contra la corriente, digamos que voy a seguir “alucinando”.
Hagamos de cuenta que efectivamente,
nosotros fuimos convocados y contratados por una Constructora para un Proyecto
Inmobiliario específico. “¿Y ahora qué?” se preguntarán los
escépticos, porque "sería absurdo contratar Agentes, cuando se puede emplear a
unos cuantos chiquillos que recién comienzan.
Saldría mucho más barato".
¡Craso error! Contrariamente a lo que preconizó cierta
ideología de marras durante la década de los 90 – y que fue el punto de partida
de la crisis que todavía azota a EEUU y Europa-, la
mano de obra barata sale muuuy
cara. Salvo que nos estemos
refiriendo a la Trata de Personas y
Régimen de Semi o Abierta Esclavitud.
Y entiendo, señores Constructores, que la simple insinuación de que algo
de esto pudiera haber en sus Empresa, les suene a insulto. Descuiden: El tema no va por ahí ni por
asomo.
Verán, la mano de obra barata significa
personal mal pagado, explotado, con serios problemas familiares por la escasez
del dinero y un gran resentimiento contra la empresucha que- por muy transnacional que hasta pueda presumir ser - no respeta su
dignidad de persona. Este empleado trabajará a regañadientes. Llegará tarde.
Boicoteará a tan mal empleador y se irá a la primera oportunidad. Esto
en el mejor de los casos, porque hay quienes se retiran robando dinero y/o
datos. Quedará un puesto vacío, que
pronto lo ocupará otro u otra, solo que la historia se repetirá por lo menos
cinco veces al año. Es decir, habrá por
lo menos cinco periodos en que alguien tendrá que hacer doble trabajo – mal
hecho, por cierto- hasta que llegue el reemplazo. Pase Ud. y enseñe al novato a sonreír
al público y a fungir de cicerone, a leer y mostrar planos, diferenciar
acabados, llenar proformas o siquiera un cuaderno de control, reportar posibles clientes, hacer el seguimiento
telefónico y electrónico de los mismos, coordinar Arras y Minutas... Y cuando aparentemente el chico o la chica ¡por
fin aprendieron!!!, salen con la novedad de que renuncian. Así tenemos la cartera desatendida.
Los destrozados nervios del mal empresario reclamarán a gritos Clonazepam, porque al Banco no perdona: “¿No hay Pre-Ventas? No hay crédito. ¡Arréglatelas!!!”
¿”Se
imaginan” ustedes, vendedores en caseta a quienes ni siquiera entregan
tarjetas de presentación ni les abren un e-mail con el dominio de la Empresa?
Los hay. ¡Nos consta! ¿Otros que arruinan
una venta por hacer ofertas no autorizadas? Los hay. ¡Nos consta! ¿Y aquellos que dan información
distorsionada y una pésima impresión al Cliente del Corredor? Los hay. ¡Nos
consta! “¡Qué personal tan inepto!” “¡Estos son unos informales!” “¡Si así se portan en la Pre-Venta, van a
dejar la obra a medio construir!” “¡Estos
lo que quieren es mi plata para después declararse en quiebra y
estafarnos!” ¿Duras palabras? Estas y otras peores se escuchan a diario. Les
paso el dato.
Señores Constructores, ustedes necesitan sí o sí un Personal de Ventas idóneo y estable. Y propio, porque hay
funciones más de tipo administrativo que los Agentes Inmobiliarios no podemos
cubrir. Aunque ustedes no tengan pensado
instalar casetas, alguien que
represente a la Empresa tiene que dar la cara al público en general, coordinar visitas y atender tanto a Clientes
como a Corredores.
¿Así es en Seguros?
¿Así es en Seguros?
¡Por
supuesto!!!
Y ES EL EJECUTIVO EL
QUE SE ENCARGA DE INFORMAR Y ENTREGAR AL CORREDOR
TODO LO QUE PRECISA
PARA HACER SU LABOR.
Nosotros hemos tenido la suerte - ¡bendición
de Dios! – de haber trabajado al unísono con varias Constructoras (1). Guardo un hermoso recuerdo de una muy
prestigiosa, que hará casi cinco años solicitó
mis servicios. SUS TRES EJECUTIVAS ERAN
DE PRIMERA y llegué a tener con ellas tanta confianza, que alguna vez hasta
se me propuso entrar en la oficina principal para ir yo misma a buscar el
material gráfico en el almacén. Consideré prudente no aceptar tal honor, no
fuera que les llamaran
la atención. ¡Pero así funcionaba el
equipo! Y otra Constructora más pequeña nos dio a Carlos
y a mí otra experiencia magnífica. Un señor muy respetable era el Ejecutivo
Inmobiliario. Nosotros enseñábamos vistas, planos, etc. Él se
encargaba de mostrar acabados y negociar precios y modificaciones. Fue una auténtica labor en conjunto. Es más:
Llegó a cubrirnos las espaldas ante un cliente desleal que pretendió hacerse el
vivo y “sacar del medio a los corredores”. Recuerdo
también el excelente trato que recibimos del Ingeniero Residente, a quien
hacíamos las consultas técnicas sobre las modificaciones no estructurales. ¡Y de
los Obreros! Todos sabemos que el lenguaje
florido de estos últimos es parte de su modus vivendi, pero cuando me veían entrar en la
caseta, guardaban una compostura realmente ejemplar. De todos ellos puedo decir que se portaron
como auténticos SEÑORES. Entre ruido,
cemento y arena pudimos comprobarlo.
¡Ah, qué maravillosas vivencias!!! Y menos mal que continúan, porque las
Constructoras con las que tenemos Convenio siguen este esquema, cada cual con
sus propias variantes. Claro que no todo
es color de rosa y siempre surge por ahí
un malentendido. Mas tanto en Seguros
como en Inmuebles, he observado lo
siguiente: Si el Ejecutivo es bien
tratado por su Empresa y ve a los Agentes trabajar a conciencia, se
convierte en nuestro mejor aliado. El
Ejecutivo insatisfecho es el que ocasiona los entuertos.
¿Y existen Corredores problemáticos?
Los hay. ¡Y por desgracia nos
requeteconsta!!! Desde quienes aprobaron el Curso de Especialización plagiando los exámenes, hasta los
“finolios” que vienen con la nariz pegada al techo y miran a los demás peor que a zapatilla vieja. En este rubro todos terminamos sabiendo
quién es quién. Ellos mismos se
autoexcluyen con su comportamiento. Lo
malo es que en ese momento el Ejecutivo Inmobiliario se ve obligado a aguantar
el mal rato para no incomodar al posible Comprador. Pero en privado está en
todo su derecho de exigir respeto y reportar al mal agente si este continúa
haciéndose el gracioso y aprovechándose del hecho de que no se debe hacer una
escena delante de un Cliente.
Con todo,¿es
posible la cohesión entre los Corredores y el Personal de Ventas de una
Constructora?
Mis hermanos Carlos, Andrés y yo(2) como Agentes
Inmobiliarios lo hemos experimentado en carne propia, trabajando codo a codo
con los Ejecutivos Inmobiliarios. Ambos grupos somos necesarios en una
Empresa de Construcción.
¡Ojalá pronto se entienda así!
Notas
Aclaratorias al 12 de Setiembre del 2012.
(1) Me encantaría
revelar la identidad de estas Constructoras y de sus excelentes Ejecutivos
Inmobiliarios. Empero, prefiero evitar referencias específicas, no sea que
termine siendo injusta con otras personas y entidades con las que hemos y
seguimos colaborando. Además, dado el
tenor de este blog, creo mejor reservar los nombres para poder expresar las
ideas con mayor objetividad y sin sesgos preferenciales.
(2) Cuando escribí este artículo en el antiguo blog de RC &Hnos , Andrés todavía no era Agente Inmobiliario registrado. Hoy da fe de todo lo que acabo de referir.
(2) Cuando escribí este artículo en el antiguo blog de RC &Hnos , Andrés todavía no era Agente Inmobiliario registrado. Hoy da fe de todo lo que acabo de referir.
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